miércoles, febrero 01, 2006

CRONICAS CANINAS/ CHUAO


Las Musas se atrincheran al borde del Guaire

Chuao ha encontrado un modo de reinventarse como semillero de esperanzas sin perder su esencia de barrio de clase media del Este, al alojar dentro de sus paredes discretas a pequeños proyectos de ONG’s, academias de arte, centros de meditación y un sin fin de iniciativas dignas de explorarlas... a pie.

CREDITO: Ytaelena López

El amor que sienten los parroquianos por Chuao se ha construido paso a paso, y es tan fuerte, que algunos se niegan a dejarla después de casi medio siglo, cuando se perfilaba dentro de la utopía modernista como una de las zonas mas exclusivas de CCS. Ahora se encuentra en el medio de la clase media, pero aun conserva su aire distinguido, con sus apartamentos con puertas de servicio que nadie usa y sus casas con zaguanes internos funcionando como oficinas. Todo esta allí apostado a la orilla del Guaire, observable mas no visible.
El alma de este se encuentra escondido a los ojos de la vorágine comercial detrás de las murallas residenciales. Solo la discreción le permite conservar su escala humana en una vía tan transitada como la avenida Río de Janeiro. Y es un privilegio en una ciudad donde la inseguridad es la norma y las aceras son el centro comercial.
Es común ver ejecutivos caminando con bolsas de supermercado, deportistas post yuppies trotando al lado de los automóviles, familias (Barbies, Kens y Kristies) camino a la Iglesia en bicicletas, enfermos llegando en lujosos carros a alguna de las numerosísimas clínicas especializadas del lugar, y una marea de franelas azules, beige y blancas saliendo de algunas de las mas de 15 escuelas privadas que se encuentran en la zona (a razón de 2 por cuadra). Y lo que se vislumbra a través de las ventanas es aún más extraordinario: viejitos fumando a escondidas (en alguno de los tantos geriátricos), niños llegando de la calle a una nueva vida (Casa Hogar Chiquiticos), o valientes trascendiendo la minusvalía (Provea/ Fundación contra la Parálisis).
No podíamos dejar de nombrar a los curiosos visitantes de rutina, que frecuentan algunas de las escuelas alternativas que hay. Y la verdad es muy fácil reconocerlos por ese aspecto made custom característico de la juventud: desenfadado, desencajado pero cuidado. Un poco más difícil es ubicar dónde se encuentran las joyas posmodernas del barrio sin ayuda de carteles. Así que la única que queda es seguir a esos chicos cool, porque seguramente va a terminar el Taller de Arte Sonoro, en la Fundación Vicente Emilio Sojo, el Instituto Universitario de Diseño Las Mercedes, la Escuela de Fotografía Roberto Mata o la Escuela de Cocina Internacional. Si tiene suerte, quizás pueda disfrutar de los olores que salen de la cocina en la Escuela de Cocina de Sumito Estévez- algunos sábados en la mañana- cuando hacen sus cursos abiertos de comida global.
Chuao también es famoso por dar cobijo dentro de sí a pequeños oasis para el cuerpo y el alma. El Centro Osho de Meditación se ha hecho famoso al traer a reconocidos maestros internacionales, y también por sus cursos de danza árabe. Esperando en la esquina de la Embajada Cubana también se encuentra Sanarte, una institución que presta psicoterapia con un enfoque holístico combinados con clases de yoga. Frente al Guaire está el Divers Center, con licencia para explorar el fondo del mar (submarinismo) o navegar las olas con el viento (kite surfing). Y para los más rudos, no nos podíamos olvidar del famosísimo ex campeón mundial Enrique Corredor y su Dojo Mas Oyama Kyokushin-Kay, con más de veinte años enseñándole a la gente como defenderse a través del Full Contact.
Estas reflexiones sobre el lugar donde vivo se me pasan por la cabeza justo cuando saco a pasear mi perro, un animal grande e inquieto que me obliga a empezar mi recorrido desde el hotel Eurobuilding, al lado del antiguo Cliché. Allí donde una vez escuché en vivo a Los Enanitos Verdes y Manu Chau después de salir del Festival Iberoamericano de Rock en la década de los noventa. Al menos lo único que no ha cambiado es la certeza de regresar a mi casa a pié sin ninguna sorpresa desagradable. La antigua hacienda de cacao sigue cumpliendo su función de cruce de caminos, y casi todas las líneas de transporte público (Chacaíto, El Silencio o Petare) se interceptan frente a la estación de policías. Lo único que puede pasar es pisar una ‘gracia’ de perro, aunque dicen que es augurio de dinero. Y Chuao sigue siendo tan generoso como la bocatta de chorizo, serrano y queso amarillo que me estoy comiendo en la panadería Laedy (CC Chuao), con el sabor de tiempos mejores que ya no están.

ANEXOS:

MUSICA: Fundación Vicente Emilio Sojo / Taller de Arte Sonoro (Escuela de Artes & Ciencias del Audio y Tecnología Musical y Digital)

PLASTICA: Taller de Fotografía de Roberto Mata / Instituto Universitario de Diseño Las Mercedes

DECORACION: Feng Chui (Espacios y Ambientes) / Marrakech

COCINA: Instituto Culinario de Caracas (Sumito Estevez) / C.V.C.G. (Centro Venezolano de Capacitación Gastronómica)

ESPIRITU: Sanarte (Psicoterapia y Yoga) /Taller Osho (Meditación y Danza Árabe)

CUERPO: Organización Internacional de Kárate Mas Oyama Kyokushin-Kay (Shihan Enrique Corredor)

CORAZON: Casa Hogar Los Chiquiticos / Provea, Fundación Venezolana Procura contra la Parálisis

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