Desplazados por Wilma ignorados por la burocracia
SIN TECHO, PERO CON VOZ
Son más de cien familias, todas muy pobres, que aún no han podido recuperar el techo que la tormenta Wilma les robó, y deambulan por las calles intentando llamar la atención de una burocracia gobernamental (el Condado Y Fema) que los ignora, para satisfacer necesidades tan simples como techo, comida y trabajo.
Autor: YTA
Se cansaron de dormir en automóviles, de no tener cómo pagar la renta por no tener empleo, de pasar trabajo en el único refugio de la ciudad (Tamiami), de esconderse en sus propias casa ahora abandonadas... y las 108 familias desplazadas por la tormenta Wilma hicieron público su descontento en espera de una respuesta oficial. El 3 de noviembre se trajeron a la prensa a sus edificios ruinosos en Liberty City y el 10 invadieron la oficina de Manny Diaz en reclamo.
Es mucha gente, más de 300 personas por lo menos.
Confirmadas por Sushma Sheth, vocera de Workers of Miami, para el 10 de noviembre iban 75 familias viviendo en el Tamiami Sunchine Pavilion (cerca de FIU), único refugio después que cerraron el Joseph Caleb Center en Liberty City. Y las condiciones dejaban mucho que desear, porque faltaban medicamentos para algunos enfermos, no podían desplazarse al trabajo, los niños tampoco a las escuelas, y hasta estaba empezando a escasear alimentos, según una fuente anónima de la Cruz Roja que animó a los afectados a ir a reclamar al Condado.
A esta cifra se sumaban 33 familias viviendo en edificios declarados inhabitables por el Condado en la ciudad (33 en Liberty City y 3 en Wynwood), según números de The Workers Center esa misma fecha, a los cuales se deberían añadir los 10 casos localizados por The Herald en Miami y Miami Beach.
Eso sin contar quienes han estado usando los automóviles como refugios, tal como Karen Frasier y su hija (enferma del pecho), o Frederick Davis, su novia Tralliney y sus 3 niños (metidos todos dentro del cajón de una camioneta Explorer).
LOS TECHOS EN EL PISO
“Hace tres días atrás éramos treinta, pero desde que nos cortaron la luz y el agua (tres semanas atrás), somos apenas siete, sin contar a los (17) niños de al lado” relató Tommy Rozier, anciano quién se negaba a abandonar su condominio de la 12 avenida NW y 62 calle de de Liberty City que había habitado por 7 años, a pesar de haber sido desalojados por el Condado de Miami Dade a raíz de los daños sufridos por los huracanes Katrina, Wilma y las lluvias que siguieron inmediatamente después.
El 3 de octubre se realizó allí una conferencia o “Llamado a los Miembros y Defensores de la Comunidad para ayudar a los Pobres Trabajadores Damnificados por Wilma”, organizada Miami Workers Center y otras organizaciones afines como Human Services, Power U Center, Haitian Womens of Haiti entre otras.
El punto, estratégicamente escogido al azar entre otras locaciones en Wynwood, Little Haiti y el mismísimo Liberty City, fue usado para darle sustento -ante la prensa y el condado- a una propuesta de ‘Política de Recuperación Económica después del Huracán’. Impacta ver gente habitando un sitio donde el piso está tapizado de pedazos de techo.
Rozier, con un ingreso de $6708 anuales (como quedó registrado en el documento de petición de ayuda a FEMA), la cuál apenas le alcanza para pagar una mensualidad de $350, es un caso desesperado. “ ¿A dónde voy a ir? Tengo que cuidar a mi esposa Debra y no puedo trabajar” dijo, aludiendo a su triple condición de anciano, desempleado y con un familiar enfermo.
El conglomerado social propuso un ambicioso paquete que incluye medidas como exclusión de pago de tarifas de servicios a compañías de servicios como Florida Power Ligth (FPL) por sesenta días y moratoria de alquileres (así como hipotecas) por la misma cantidad de tiempo, para aquellas personas que logren probar sus ‘bajos ingresos’ como consecuencia de la tormenta.
La estrategia parece haber resultado en forma parcial. El programa de ‘Políticas de Recuperación Inmediatas’ anunciadas después del huracán (7 de noviembre) por el Alcalde Manny Díaz es un calco de las iniciativas planteadas en aquella ocasión por la sociedad civil organizada.
Como consecuencia de la tormenta se han generado problemas como el hambre, característicos de países subdesarrollados. Cuando Workers of Miami y LIFFT (Low Income Families Fighting Together) trajeron comida a la locación, no planificaron el impacto de su acción. Era mucha gente de las comunidades aledañas de Wynwood, Little Haiti, Overtown y Liberty City, pero estaban más pendientes de comer que de escuchar. Hasta Debra Everett se acercó a la locación, a pesar de su cáncer, ya que tenía 10 días sin saborear algo caliente.
La salubridad en este tipo de construcciones, ya de antemano abandonadas por dueños como Joe Pantv (“nunca arregló los daños causados por el huracán Andrew” según su inquilino Gohm Russell) y el Condado de Miami Dade, es otra carencia obvia.
Mientras una de las residentes mostraba cómo la cañería rota de su casa había tapizado las paredes, moscas verdes se posaban sobre la comida y bandadas de mosquitos perseguían a los niños que jugaban entre los charcos. “El problema no es que el aseo no haya pasado desde Katrina o Wilma, sino que no pasa sino cada cuatro meses” aseveró Kenric Clark, quién se fue con sus hijos a casa de un vecino.
Ante unas condiciones tan deplorables, el estado ‘obliga legalmente’ al desalojo, pero no necesariamente garantiza una vivienda alternativa, como propone las ‘Política de Recuperación Económica después del Huracán’ propuestas por estas organizaciones sin fines de lucro.
Siendo así, ¿Qué alternativa le queda a aquellos que no tienen dinero para pagar un hotel o familia donde alojarse?
LA CASA DEL CONDADO ¿ES LA DE TODOS?
El 10 de noviembre, 33 de estos 400 desplazados por la tormenta inundaron el lobby del Miami City Hall de Coconunt Grove, en reclamo por no tener casa después de 16 días de haber pasado Wilma y 3 meses después de Katrina. A lo que el comisionado de la ciudad Ángel González respondió en forma indiferente: “me estoy enterando ahora”.
Estos desplazados estaban cansados de vivir en el refugio de Tamiami (el único en la ciudad), sin tener otras alternativas como respuesta. Y allí la situación era dura. “Mija, no nos dan suficiente comida, hasta las cajitas de desayuno de los niñitos se están acabando”, ilustró María Valdez, una de las afectadas, quién se sentó a esperar a Manny Diaz por 3 horas, hasta que fueron desalojados por la policía.
El problema es que no se sabe a quién echarle la culpa, porque nadie quiere ser responsable.
El Comisionado de la ciudad de Miami Ángel González le atribuyó las responsabilidades a FEMA. “Nosotros necesitamos contactarnos con ellos y vamos a hablar con Washington para proveerles casa hoy mismo.” También el Gerente de la ciudad Joe Arreola insistió en lo mismo, “La Comisión (de FEMA) tiene el poder ahora” ¿Se referirá a David Paulison, anterior jede de Bomberos de Miami-Dade y ahora director de la agencia federal?
Sarai Portillo, de Workers of Miami, dice también que “a la Cruz Roja no le está llegando alimento por culpa de FEMA.” Sin embargo, en su página web, la Agencia Federal de Manejo de Emergencias aclara que su misión es coordinar y hacer posible los recursos, quedando la ejecución de los planes en manos de entidades regionales como la Cruz Roja o el Condado.
El 7 de noviembre, Betty Bennett, funcionaria del Condado de Miami-Dade que repartía comida entre los habitantes del 12 Av y 62 Calle nos remitió al Director del Departamento de Servicios Humanos (DHS) Doctor Mae Bryent, quién coordina el Counties Help Us Help You Campains <(http://www.miamidade.gov/emergency/releases/05-11-03-advisory147.asp)>
Help Us Help You promete ayuda “después de la tormenta” a quienes los necesiten a través del número telefónico 3-1-1. El programa distribuye los recursos de instituciones como Red Cross o FEMA, además de organizaciones comunitarias locales.
“Hay mucha gente trabajando de FEMA y Red Cross,... ¿Pero quién te dio mi teléfono? No tengo tiempo para esto.” Esa fue la respuesta al llamar a Help Us Help You para pedir ayuda.
Otro que no dio señales de estar enterado que los esfuerzos para ayudar a las víctimas de los desastres están coordinados ahora por el Condado a través de la Comisión Help Us Help You fue el Comisionado González. Pero luego, paradójicamente, dijo que “el comisionado de esta área estaba solucionando el problema”. ¿Se referirá al Doctor Mae Bryent?
Los manifestantes estaban furiosos. Valencia, habitante de Liberty City, encaró a González, mientras sostenía a su recién nacido del brazo. “ ¿Dónde esta Manny Diaz? Mírenos, estamos sin trabajo, sin casas, con niños. Dígame (alzando la voz), cuándo nos van a ayudar?”
“Hemos llamado y llamado a los teléfonos de FEMA, pero nada. Ni siquiera pueden contestar a veces porque –supongo- están colapsados de tanta gente pidiendo ayuda” explicó Charles Elsesser de Florida Legal Services. “El problema es que ninguna persona del Condado o de Fema nos ha dado la cara y no sabemos a quién reclamarle” puntualizó.
La renuencia a asumir públicamente responsabilidades durante la emergencia de Wilma quizás tenga que ver con el temor de repetir la historia de el ex director de FEMA Michael Brown, quién debió renunciar de su cargo por presión de la prensa.
Este hecho se compagina con la queja de los afectados y las organizaciones civiles. Marlene Bastien (líder de Womens of Haiti) señaló que “la Ciudad carece de un Plan de Emergencia para Desastres Locales”, mientras que Debra Everett fue más demoledora. “Yo sí me siento abandonado por el gobierno”, cerró.
RECUADRO: A LA HORA DE PEDIR AYUDA
La Federal Emergency Management Agency ha facilitado estos teléfonos: el 1-800-621-FEMA (3362) y el 1-800-462-7585 (TTY), además de permitir aplicaciones virtuales a través de http://www.fema.gov/ .
La Red Cross suministra recursos en el Refugio del Sunshine Pavilion en Tamiami Park (10901 Coral Way) y ha proporcionado la opción de llamar a su Answer Center al 305-644-1200 o visitar
El Estado de la Florida le da a quienes se han quedado sin casa la opción de encontrar un Shelter (Refugio) abierto en
También a través de NET (Neighborhood Enhancement Teams), la Ciudad ha trabajado en conjunto con Miami Homeless Assistance Program(MHAP)para dar refugio a las personas sin hogar. http://www.ci.miami.fl.us/NETS/pages/AboutNET/mhap.asp
Y para aquellos que vivían alquilados en casas del Condado o amparados en el Plan de Viviendas adsequibles del Plan 8, queda la opción de visitar http://www.hud.gov/katrina/index.cfm o llamar De 7 a.m. a 8 p.m., 7 días a la semana, al 1 (888) 297-8685, la línea de emergencia del Departamento de Vivienda y Planeación Urbana (U.S. Housing and Urban Development).
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