jueves, marzo 23, 2006

Literatura Americana y Mestiza


MÁS QUE ES EEUU, ES MIAMI

Autor: Ytaelena López

El carácter pluricultural de la ciudad de Miami es su principal imán para atraer a una serie de escritores de todas partes de los Estados Unidos, inclusive del Mundo. De hecho, más de la mitad de la población de esta ciudad ha nacido fuera de ella, según datos del último censo. “Y como era Nueva York y el Suroeste de California en otras épocas, Florida se ha convertido en el punto de entrada a Norteamérica, la región fronteriza local donde fluyen los inmigrantes, chocando y clamando contra los intereses establecidos antes que ellos” escribió Les Standiford. (GulfStream 22)
El tema es tan “complejo” que amerita tiempo para reflexionar, según el panorama que vislumbra Alina Interán desde su posición de directora del Centro de las Artes Literarias de la Florida y el Miami Book Fair. Por un lado están quienes escriben en ingles, pasan los 35 años de edad y gustan escribir novelas de misterio. Por otro está el español, que reclama para sí el territorio de la poesía y los cuentos cortos. “Ese es el termómetro que he tenido en mis cursos en esos dos anos”, observó la intelectual cubano-americana.
“Desde que la feria del libro empezó a calentar el ambiente hace 22 años atrás, las editoriales empezaron a poner sus ojos en Miami, y muchos escritores se empezaron a mudar para acá, porque es una ciudad rica en inspiración”, acotó Interian, quién señala la presencia de una generación de escritores que desde mucho antes de estos eventos estaba ya colaborando para el Miami Herald como con El Herald también.
Una migración de talentos a la cual otra nueva generación –nacida acá- les está pisando los talones, como evidencia la presencia del cubano-americano Richard Blanco, a quién la poeta Denise Duhamel señala como una “promesa”, o el éxito de iniciativas como el Centro de las Artes Literarias de la Florida, ubicado en el Miami Dade Community College. “Tenemos inscritos personas de todas las edades porque trabajamos con adolescentes y niños, así como también con un público más maduro, entre 30 y 50”, acota Alina Interian, directora de la iniciativa.
La inquietud por hacer literatura late desde hace tiempo en la ciudad. Antes de fundar el Centro Literario, a Interian le llegaba un manojo de cartas de poetas amateursd que deseaban publicar. “¿Sabes? En Miami hay muchas personas que se creen poetas.”
La mayoría de estos poetas pueden considerarse transculturizados, término que aborda el tema de las pertenencias o identidades, acuñado por teóricos de la comunicación como Nestor Canclini y popularizado recientemente en EEUU por la revista TRACE. La premisa básica de la transculturización, según el libro homónimo (2004, p. 25) es abordar “la forma como algunos individuos trascienden su cultura original, con el propósito de explorar, examinar e infiltrar culturas foráneas”, explica el compilador Claude Grunitzky.
Por ejemplo, Tianika Fergunson, aeda de pronunciado escote y sinuoso verbo, imagina a la literatura con características muy similares a ella. “Ahora hay muchas mujeres afroamericanas que han nacido en Miami y se han preparado profesionalmente para ser escritoras”, comenta, mientras enumera como imágenes recurrentes de sus textos a los paisajes de la ciudad, las relaciones de pareja y el encuentro con sus raíces culturales latinas o francófonas.
Esta riqueza étnica y generacional se podía observar en los presentes a la conferencia de Les Standiford en la Feria. O eran blancos anglosajones mayores de 40 años y de aspecto relajado o eran muy joven, rico en emociones, con cierto ‘sabor’ latino pero que no hablan español. Es una nueva generación de lectores que Standiford define como “energética, inquisitiva y aventurera, ya que de otra manera no hubieran venido a Miami sino a Des Moines.”

FLORIDA NOIR

Quienes escriben en el idioma de Shakespeare suele ser un público más maduro, entre 30 y 50, “tal vez porque están en un momento en la vida donde están interesados en recoger sus vivencias, retirados, con mas espacio para hacer sus memorias” dice Alina Interian refiriéndose al público que viene a los talleres de literatura del Centro Literario
Ese podría ser el perfil de los alumnos del Posgrado de Escritura Creativa de FIU.
En persona, y con un par de cervezas encima, Standiford parece ser muy relajado, quizás por los años y la distancia geográfica que lo separa de New York. Es más, el autor varios bestseller como ‘Meet you in Hell’ y director del Posgrado de Escritura creativa de la Universidad Internacional de la Florida desde 1985, ya se considerado a sí mismo ciudadano de esta “vibrante ciudad”, porque no es necesario haber nacido en ella sino estar “dispuesto a experimentar su diversidad en todas sus manifestaciones culturales”.
Este sentido de novedad trae como consecuencia que unos géneros se vuelvan más populares que otros. “Por supuesto, la escritura noir se ha vuelto la más famosa de Miami porque es una ciudad nueva, llena de gente exótica y fabulosos crímenes”, dijo Standiford, considerado por Barnes&Noble como el nuevo rey de las novelas de crímenes ambientadas en el Sur de la Florida.
Barbara Fox vive en Miami unas “vacaciones permanentes” en las cuales se dedica a escribir sus novelas de misterio. ‘Murder in the Inn” fue su última novela, y en la próxima ella proyecta que su eterna protagonista, Sandy, “se mude a la playa buscando relajarse, y algún tipo de crimen suceda en el intermedio.”
El boom según James W. Hall, otro poeta famoso de estos “doblemente peligrosos” predios, comenzó con la transmisión de la serie televisiva “Miami Vice”, se institucionalizó con ‘Naked Came the Manatee” (novela por entregas publicada por el Miami Herald Tropic Magazine hace algunos años atrás) y se ha consolidado en la promesa de un libro que repica los mismos autores, ‘Miami Noir’, el cuál será publicado por la editorial Akashic el año que viene.
Esa noche (la misma en la cuál inauguraban al público el Miami Book Fair) los conspiradores de papel se reunieron para celebrar el proyecto en Scotty’s, un tugurio bohemio ubicado en la bahía de Coconut Grove. se mostró entusiasmado con el proyecto, donde se refleja la diversidad étnica de la ciudad (7 plumas son de origen latino). “Miami es el borde del mundo con su mezcla de cultura (melting pot) que inyecta frescura a la ciudad y la hace impredecible”. Así lo afirmó entusiasmado Johny Temple, que si bien no conocía nadie en la ciudad excepto Les Standiford, llevó adelante el proyecto aprovechando la fascinación internacional que despierta Miami.


PALABRAS TURISTAS


“...debajo de Sloppy Joe’s. Mi paso es grande como escalonados/
temblores en las islas, mis dedos movieran miles de cayos./
Mi apetito sacude los cimientos de la nación./
La fuerza de mi ficción hace posible un Golfo Poderoso.”
(Campbell McGrath, Hemingway Dines on Boiled Shrimp and Beer)
“Florida es un lugar sensual – por decir menos- y pienso que esta sensualidad ha entrado en mi escritura mucho más fuerte desde que me mudé acá.” Así respondió a Jenny Rusell (MiPoesias.com) Campbell McGrath, a quién Denise Duhamel denomina ‘el poeta’ más representativo de la zona, a pesar de ser originario de Chicago.
También para McGrath, escritor del libro ‘The Floridian Poems’, la búsqueda que condujo una vez a Ponce de León es un símbolo de las trágicas consecuencias de construir una sociedad en la envidia y la erosión de la diversidad del potencial humano, “el cual debe convertirse en la fuente/ de cualquier futuro compartido que podamos imaginarnos”, recitó el poeta durante su entrevista a MiPo.
“Mientras me siento marginada por Norte América, siento que estoy en el centro de lo que podría convertirse en Las Américas” declaró Campbell a MiPo, quien desde que se ha mudado a Miami disfruta ser doblemente marginalizado, ya que este sentimiento refleja una conciencia de ‘Las Américas’ como una unidad cultural nueva y diferente a la idea de los EEUU como centro del Continente.
“Un año antes su esposa y su hija empacaron y se fueron
Lolo pasó el resto de sus días bebiendo dentro de su casa.
Sus niños americanos no hicieron nada pero lo retaron a venir.”
(Virgil Suárez, Lolo)
Esta idea de la extrapolación cultural-terrritorial también la comparten otros autores como Virgil Suárez, quién en sus versos spanglish (90 Miles, University of Pittsburg Press) pretende borrar distancias con su amada Cuba. “Yo no soy un poeta americano, sino un poeta cubano de Kendall, de la Miami cubana”, declaró después de leer sus poemas en Miami Book Fair.
Otros autores como Hettich son más explícitos en cuanto sus raíces y el lugar donde ellas se asientan, aunque no necesitan disimularlo por su forma impaciente de hablar. “Miami es mi hogar, pero tengo conciencia que provengo de otra parte”, de la prolífica ciudad de Nueva York, de donde también han huido Duhamel y Standiford, buscando ese paisaje tropical pleno de olores, colores y vegetación, y sobre todo un marco más amplio de referencia, como acotó Hettich.
“aún lleno de nutrientes, cayendo con el ocaso del sol
y las nubes con forma de puño empezaron a golpear a través del cielo.”
(Michael Hettich, Gardening at Night)
Es la cultura Latinoamericana lo que hace sentir a Hettich, profesor de literatura del MDC, que no se encuentra “realmente” en USA sino en el punto focal de un éxodo que incluso está afectando la forma de hacer narrativa y poesía en inglés, por la forma como se construye la imaginación.
“El viejo cubano de los árboles/ quién camina alrededor de nuestro vecindario/ carpeta en mano, inspeccionando nuestros árboles/ me dijo, en español, para cortar nuestra vejez...” (Michael Hettich, Certain Trees)
Independientemente si sabe o no leer bien el español, lo cual no sucede (cosa que no se cansó de recalcar), la poesía latinoamericana de Pablo Neruda, Cesar Vallejo y Octavio Paz ha influenciado a Hettich por la forma diferente como hace conexiones. “Es mágica por no ser un proceso paso a paso y por estar abierta a la intuición como su gente, que se ayudan unos a otros.”
Una de las poetas que tiene fama de darle una mano a todos, o al menos una sonrisa, es Denise Duhamel. Así lo confirmaron sus muchos jóvenes admiradores, que la fueron a ver leer sus nuevos poemas de su libro “Two and Two”, escritos acá en Miami, pero publicados por la Universidad de Pittsburg. “Ella es cool, y sus poemas sobre las (muñecas) Barbies son buenísimos” afirmó una de sus estudiantes de FIU, miembro en potencia de una generación de relevo en la cuál la poeta cree.
“...Yo soy una americana, a la que todo lo que tenga ‘sí’ suena a eso para mí.
Yo redije que aquí en América nosotros tenemos algunas psicoanalistas
Que lo pueden ayudar a ser menos de esas personas-pide disculpas.
Nosotros tenemos una de dos años de edad que ama gritar “¡No!”...”
(Yes, Denise Duhamel)
La euforia impregnaba las palabras de esta newyorkina cuando hablaba de los motivos recurrente de su inspiración: “la mujer como objeto sexual” y ahora la otredad de una cultura anglosajona mirando a otra nueva nacer dentro de ella en una ciudad llamada Miami. Para Duhamel, Miami es un tipo de filiación cultural que se pasea por temas como la flora, la fauna, Suramérica, Cuba, los franceses, los canadienses, la vida en los condominios, el océano, las tortugas marinas, abuelitos paseando en Cádillacs, y una variedad de temas que beben de a sorbos de “la fuente de la juventud”.
Denise Duhamel postula al humorista David Barry como la personalidad que mejor refleja a Miami, seguido de Les Standiford y Jim Hall, ambos escritores de novelas de misterios. La afinidad de Duhamel, autora de “La Mujer con Dos Vaginas”, con Barry, columnista del Miami Herald desde 1983, se encuentra en la chispa que salpica los textos de ambos.
Con Standiford y Hall se trata de camarería, al compartir el mismo recinto de trabajo como profesores dentro de la Universidad Internacional de la Florida, amén de publicar sus trabajo también en la misma revista. Para saber quién es considerado un miamense para Duhamel, “debiste ir a la lectura de (la revista) Gulfstream (en la Miami Book Fair) donde hubieras oído gente que escribe acerca de Miami” recomendó la aeda. Un grupo muy unido.

PARA EXPORTAR

El camino es largo y los obstáculos muchos para llegar al selecto grupo de escritores que pueden vivir de su arte “energizados por la increíble diversidad y único estilo de vida que hay aquí” como “Carl Hiaasen, Dave Barry, James W. Hall, Edna Buchanan, Charles Willeford, Douglas Fairbairn, Adrian Castro, Marjorie Stoneman Douglas, Ferdie Pacheco, y muchos otros” enumerados por Les Standiford, amén de los entrevistados acá, participantes de la Feria del Libro.
Para poder participar del mercado editorial se necesita primero hablar inglés, cosa que sería obvia en cualquier otro lado menos en Miami, según observó Michael Hettich. “Si crecen acá entonces es que acceden a una no muy buena educación, y si vienen de Latinoamérica, es porque hacen su vida en otro idioma como el español, el francés o el portugués, y por tal razón son excluidos del sistema.”
Mucho de los alumnos de Campbell McGrant en FIU son bilingües también. “Yo los animo a que escriban en español, inclusive si eso me excluye a mi de poder ayudarlos, porque soy terrible en ese idioma”, reconoció. En ese caso, los escritores se transforman en sus propios traductores.
Luego está el problema de la educación. Hettich afirma que no es necesario estudiar en una universidad para ser escritor, pero recomienda la lectura de los clásicos como la mejor academia. Standiford también coincide con el criterio del poeta, pero reconoce que “en estos días es difícil encontrar muchos escritores publicados que no hayan ido a la universidad.”
No basta solo escribir bien, también es necesario conectarse al lugar donde se vive, al paisaje y su gente; es decir, salir de las cuatro paredes con aire acondicionado, como reclama Hettich: “Están más preocupados por el dinero, por la moda, el aparentar”. Por su parte Standinford acota que se debe complacer a los lectores de Miami al darle una “escritura que refleje la realidad de vivir en este lugar.”
Y como si esto no fuera suficiente, queda el punto de ¿quién edita a estos escritores? “Para tener el control creativo total de mi libro de poesía, lo edité yo misma, y ya hasta lo están vendiendo en las librerías de las universidades” comentó orgullosa Tianika L. Fergunson acerca de su libro de poesía erótica ‘Erothic Teraphy, A Diary of Love Poems’.
Alina Interian, organizadora del Miami Book Fair, identifica como problema “la falta de apoyo de más compañías que publiquen, de agentes literarios que asesoren a los nuevos escritores” en fin, de una movida editorial consistente, ya que las principales casas editoriales se encuentran en el Norte, en Nueva York o en Chicago, y las radicadas en la Florida tampoco están en el Sur. “Se necesitan más editores para elevar la calidad en todos los niveles” puntualizó Hettich de otro lado.
Sin embargo, a pesar de estas falencias, el futuro para la Miami literaria es fascinante, auguró Michael Hettich, por cuanto “hay mucha confusión y caos acá, y eso la hace más interesante para escribir”, soltó entusiasta.

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