lunes, octubre 10, 2011

TO SEE THE LIGHT/ PARA VER LA LUZ




AUTORS: Ytaelena Lopez, Bruno Lopez, Edmundo de Marchena and Martina Castro.

With the colaboration of Jeff Barhoum

Materials: Recycled pipes, balloons, canvas, LED lights and small sound system. (2011)

TO SEE THE LIGHT is a interactive open installation inspired by the concept of “illumination” as epiphany in two senses: as a spiritual revelation (inside to outside) and inspiration (outside to inside).

The people have the opportunity to interact with the space by writing down their enlightment experiences or epiphanies and sharing their wisdom in our “Espacio Sacro”.
We want to create a space that allows people to connect to their spiritual side and achieve their own enlightenment.


HOW TO INTERACT:

1- Try to answer one of the following question:

When did you see the light? When it was your latest AHA moment? What did you learn?
When it was the last time that someone change your mind about something important?
¿Cuándo vistes la luz? ¿Qué aprendistes?

2- Take one of the tags and write your answer.

3- Go inside the space
Listen to the voice...
Find your Light...
Contemplate...
Take your time...

4- Hang your tag inside if you like.

5- Leave in PEACE, the LIGHT is already inside you.

martes, julio 05, 2011

Lauren Ipsum, when computer science is a child play



Right now I am ilustrating Laurem Ipsum, the new child book of Carlos Bueno. He want to teach that computer science is a childplay; that is wonderful. But the real reason why I am participating in this book is the writting: so delightful!


Instead of explain you what is this book about, let me quote a the first chapter for you:


Lauren Ipsum had been lost in the woods all morning. The trees were dense and blocked out the sun. Light and shadow chased each other under the leaves, and every direction looked the same. She didn’t know where she was, or where she was going.

But that was OK. For now, she wasn’t just a girl who didn’t want to go to summer school. She hadn’t gotten mad at her mother and run away into the woods. She was a ninja, moving like a ghost through the ancient forest. No one could hear her stealthy footsteps. No one would see her coming, until it was too—

“Chiguire!” said a voice in the shadows.

A strange animal walked up to Laurie from the gloom. It was like a mouse-dog, or a dog-mouse: that is to say, a creature the size of a dog but looking like a mouse. Was it an ancient spirit? A dire beast?

“Argot!” it said, and began nuzzling at Laurie’s hand in a very un-beast-like fashion.

“Aw, you’re so friendly!” she said in a rather un-ninja-like way. “You’re a funny-looking thing, aren’t you?”

“Riffle!”

“What’s your name, huh? What should I call you?”

“Argot!”

“Ok, I’ll call you Argot. Are you hungry? What do... things like you eat?” She offered it some peanuts.




“Snarfl!” it snarfled, eating out of her hand.

“Hey little guy,” she said, tickling its chin, “you don’t know the way back to Hamilton, do you?”

“Lalr!” it lalred, licking her fingers.

“I didn’t think so. Well, it was nice meeting you.” She got up and continued walking.

Laurie was trying to remember things she’d heard about being lost. Wasn’t there was something about moss only growing on the North side of trees? She didn’t see any moss, so that was out. The sun rises in the East and sets in the West. But it was early afternoon, and the sun was almost overhead.

The creature waddled along behind her, making nonsense noises.

“No, don’t follow me, Argot. Shoo!”

“Bitblit? ”

“I like you, but I’m not allowed to have a dog... or a mouse, or whatever you are. Go along now, go home!”

But no matter what she said, the ugly little thing wouldn’t give up. It seemed willing to follow Laurie all the way to... well, wherever she was going.

She paused to rest, absently scratching Argot behind the ears. It nosed her bag for more treats. Maybe if I wait for the stars to come out, she thought to herself. But I don’t know which stars are which!

“Frobit!” another creature, like Argot but bigger, came out of some underbrush. It walked right up to Laurie and started licking her face.

“Hey, your breath stinks!”

“Wibble!” A third creature came up from behind and butted its head against her.




Do you want to read more? You can see more about this project here at carlos.bueno.org

El retrato de la semana...Sabine


A portrait per day... Sabine
Cargado originalmente por alrevez

Sabine acaba de llegar a San Fracisco, CA desde la isla de Hawaii. Ella vino a la galería (City Art Gallery) buscando trabajo. Ella sabe como lidiar con artistas porque fue criado por una pareja de creadores (por lo que pude inferir, más dedicada a los oleos que a los pañales). "Los buenos artistas suelen ser egoistas" porque solo les interesa lo que hacen. Esa es la razón por la cual prefiere "curar" y vender el trabajo creado por otras personas. Ella es hermosa, educada y práctica. Ella tiene sueños, un bebé y un alma bella.

viernes, julio 01, 2011

A portrait per day... Sabine


A portrait per day... Sabine
Cargado originalmente por alrevez

Sabine just arrived to the city from Hawaii. She came to the gallery looking for a job. She know how to deal with artist because she was raised for a couple of artist. Good "artists can be selfish" and only care about what they do. That is why she prefer to curate and sell the works of other people. He is pretty, proper and practical. She have dreams, a baby and a good soul.

lunes, junio 13, 2011

Dejar el odio para llegar a la orilla de la playa



Hace como tres años me quedé sin voz. Voz literaria, me refiero. Tenía junto a mi hermana un experimento: intentar documentar los cambios de un país desde dos perspectivas geográficas-generacionales a través de la narrativa oral registrada en un blog. En otras palabras, ella me echaba los cuentos de su pueblo (apto solo para corazones bizarros capaces de admitir que vivíamos en una cochinera). Yo los comparaba con cifras y le daba contexto. Al final lo que escuché fue una ausencia. Pero esa es otra historia.



Creo que ese día el periodismo supo que "se nos rompió el amor, de tanto usarlo", como cantaba la Rocío. La escritura empezó a ser una fuente de dolor. Mis palabras cayeron en coma, como el recuerdo de la Olivetti que me regaló mi abuela cuando era niña.

Pero lo que se sumergió en letargo fue perder el único motivo que tenía para volver al país. Para mi Venezuela fue una crónica que pasó del rosa al rojo. Una tierra de forajidos (y gente decente también) de la cual mi corazón no podía escapar.

Lo más irónico que le gané la partida al miedo y terminé viviendo prácticamente frente a Alcatraz. Porque las cárceles están en nuestros corazones, y los barrotes nos los dejamos meter por el lubricante de nuestra inercia.

Ahora la rabia es nuestro policía. Esa rabia que hizo girar a mis compatriotas los ojos en el terminal de Miami porque vestía una blusa roja y una chaqueta verde oliva (bruta yo de no saber que nuestro odio tenía calidad de exportación). No me dirijieron la palabra por un buen rato.

Pero no pude escribir ni esta crónica (digna del fenecido diario humorístico "Camaleón") ni otras más, incluso más coloridas, porque sentía que el derecho a pataleo lo había perdido con cada sello nuevo en el pasaporte. ¿Será que ser ciudadanos del mundo nos excomulga, Pratt (y un montón de gente más)?

Mis compatriotas, que ya no me reconocieron como suya en mi última visita a Caracas, conspira en tan des-ilusión. Tampoco ayuda un amigo que se gasta lo último de su quincena para pagarme con una cerveza una conversación sobre literatura (comida para mi culpa), otro que usa guardaespaldas para estar "seguro" (champaña para el resentimiento colectivo) y otra que juega a la ruleta rusa con la noche a conciencia (!Ay papa!). Esa última parte, el deseo del caraqueño en seducir Tánatos, no ha cambiado.

De paso mis sueños (los literales, no los literarios) siguen poseyendo la topografía y la sal de mi amada Mochima. Claro, que en las noches frías californianas se convierten en pesadillas donde por más que nado no puedo llegar a la orilla de la playa. Confieso que eso pasa cuando leo los correos electrónicos de mi tío sobre consejos en caso de un secuestro:

No permitir que nos suba al carro, negociando: llévate el auto, mi dinero, cartera, etc. (98% de las personas que son subidas al auto mueren).


¿Vieron? Es la indignación, con el escozor típico de la pólvora la que me volvió a azuzar la pluma (o el teclado). Mala cosa. Sin embargo, voy a compartir algo bonito de mi más reciente viaje:

La visión de un montón de niñitos, bellos como caramelos de coco, tirándose desde el peñero al agua para llegar a la playa en Mochima.


















(La foto de Isla de Plata, en Mochima, la saqué de una página de Corpoturismo la Embajada de Venezuela en Washington DC.)

(La primera foto es una pieza mía llamada "Arcana Riots" que será exhibida en la FIA 2011, gracias a los buenos oficios de EspaciosMAD)

viernes, febrero 04, 2011

Golpe de estado: la cicatriz de venezuela



Migración de escrúpulos



Tengo como 7 años en Estados Unidos y aún llevo abierta la cicatriz de Venezuela. Ya van como 9 pinturas dedicadas a los golpes de estado y de la violencia civil. Aunque era una niña, aún me atormenta la posibilidad de compartir culpa por ese estado de polarización, de resentimiento, de indiferencia.

Nos comíamos el cuento que eramos "la democracia mas vieja de Latinoamérica" mientras por detrás se cocían y se siguen cociendo habas. Y después nos quejamos que cosechamos tempestades, justo ahora cuando el autoritarismo chanchullero es evidente.

Ese chanchullerismo de negar ayudas internacionales a las víctimas del deslave en la Guaira porque no se pudieron quedar con una parte de la tajada de esos millones. O el mamarrachismo de esconder armas en las alcantarillas del centro justo después del 11 de abril y atemorizar a los comerciantes con malandros protegidos por la policía. O el arrechismo de dispararle balas a las redacciones de los periódicos solo porque no publican cosas a favor.

Eso fue lo que me tocó presenciar por el momento histórico que viví, pero esta democracia viene picha de hace larga data, si se toma en cuenta las investigaciones hechas por Margarita Lopez Maya, los artículos amargos del fallecido Cabrujas, los cuentos de camino de los padres, las quejas de las mucamas, el aumento de los mendigos y los recuerdos infantiles de una crisis donde el bistec de carne se convirtió en el fantasma de las mesas de la década de los ochenta y noventa para la mayoría de las familias venezolanas.

Me imagino que dado el nivel de polarización, algunos no estarán de acuerdo conmigo. Chevere. Ya no soy periodista sino una artista que crea alimentada por la memoria.


-.-

Leyenda:
La pieza se llama "Arcana Riots" y fue hecha por mi usando collage, tinta y resina.
Más de esta serie llamada Memorias de un país imaginario, dedicada a Venezuela aquí