lunes, diciembre 29, 2008

Periodismo: cinismo para enamorados



Un día me desperté de nuevo enamorada, pero no del periodismo. En mi corazón pululaban multitud de rostros, los mismos que me llevaron a estudiar literatura y luego periodismo con la esperanza de plasmarlos en palabras. Pero esta vez no habían discursos sino líneas que dibujaban sonrisas y algunas lágrimas. No por suerte a la tristeza la llaman "blues" en Estados Unidos.

¿Qué color tendrá la nostalgia entonces? ¿Púrpura?

Ahora veo unas fotos de mi amigo Rodo en Facebook y me acuerdo de mi época universitaria. Me da gracia verlo tan flaquito, con su chaleco de fotógrafo, viajando a un congreso donde se discutía como hacer un mundo más justo enfilando la espada del periodismo. ¡Qué jóvenes éramos!

Soñabamos con ser como Bob Woodward y Carl Bernstein. Lamentablemente no trabajamos en The Washington Post sino en El Diario de Caracas. Al final los ídolos se cayeron y Gargante Profunda terminó siendo otro villano más.

Cosas de la vida que cada vez me hacen perder un poquito más de fe en la carrera a la cual le he dedicado 14 años de mi vida y que se ha convertido en una segunda piel. Creo que me he vuelto más cínica con el paso de los años, y bueno, como dice Kapu, los cínicos no sirven para este oficio.

¿Qué se puede hacer cuando se pierde la fe pero se sigue queriendo?

Buscar otros caminos y seguirlos... y creo que estoy regresando a donde nunca me imaginé regresar.

O quizás no. Es que San Francisco me confunde, ¡tan parecida a Caracas, a lo que pudimos ser!

Pero bueno, nunca es tarde cuando la dicha es buena.

¡Feliz año 2009!


""No soy un pesimista, soy un optimista bien informado" (José Saramago)
La espera
Acrílico sobre canvas, 2008
Ytaelena Lopez

3 comentarios:

Rodolfo dijo...

El periodismo actual está lleno de cinismo ¿Pero frente a un poder que es siempre cínico como no serlo con él? Si el cinísmo es para confrontar el poder en lo que a mi respecta me parece perfectamente bueno que exista. Lo malo es el cinismo acomodaticio. El cinismo puede que sea malo para mantener lectores...pero suele suceder que el cinismo aparece porque los demás están peor informados.
¿de verdad llegaste a pensar que garganta profunda nunca tuvo ningún interés? (que falta de cinismo por díos) Gracias a esos resquicios es que se hace el periodismo sobre el poder. El asunto es que uno, nunca pero nunca se case solo con una fuente.QUe seas tan cinico como para que(como decía mi profe Angela Zago) : Si tu mamá te dice que te quiere, confirmalo.
En lo que si creo es que si uno se ha hecho tan cercano de las fuentes como para llegado el momento dado ser incapaz de denunciarlas. ahí si, ha llegado el momento de dejar el periodismo. Por eso, aunque conozco a un gentío los que considero amigos son bien pocos.

YTA dijo...

Nunca me ha faltado cinisno, mucho menos para pensar que Garganta Profunda haya sido un angelito. Muchas veces durante mi carrera me encontré con ese tipo de personajes a los que "supe llevar" con naturalidad, como parte de la jungla en la cual se mueve el periodista. Ante ellos la única herramienta es el cinismo, si no que lo diga yo con la fuente de Internacionales (luego Cultura, luego immigración).

El lío para mí son las motivaciones de los periodistas, a veces tan maleables, tan frágiles...

La cita, se refiere al libro de kapushinsky, donde se habla sobre esa avidez de ojos limpios con los cuales se tiene que mirar el periodismo, como hace Dub, como haces tú. La verdad lo que yo tengo -por ahora- es cansancio, pero seguro pasará. Espero.

Pero no, no paré el periodismo porque me hice amiga de la fuente, porque igual la verdad -o lo correcto, que a veces no es lo mismo- se antepone ante cualquier otra cosa. Principios tengo.

Tampoco perdí la fe porque sea una no-cínica que cree ciegamente en su fuente y le han roto el corazón, nada que ver. Mucho más luego de hacer un postgrado de periodismo de investigación y aprender a lidiar con la rígida hipocresía del sistema americano o el bochinche amoral del venezolano.

Nada de eso.

:D

P.D.: El post era un elogio a esos buenos tiempos que aparecen en las fotos de Nino. !Qué fino se ve todo! Especialmente tú. ¿Dónde carajo yo estaba que me perdí todo eso?

Irina López dijo...

Primero que nada, qué cómico Rodo en esas fotos. La imagen de la búsqueda de yuca no tiene precio. Yo por ahí tengo una foto de los dos frente al Cordon Bleu, pero no voy a ser tan canalla como para publicarla y menos en ese monstruo conspirador, espía que es Facebook. Hablando de Gargantas Profundas...

Ahora sí, me acomodo para entrar al ojo del huracán. Me identifico con Yta cuando menciona que su cinismo con el periodismo es un cinismo con base en las motivaciones. Es algo —en lo que a mí repecta, y respetando los diferentes puntos de vista— mucho más profundo y complicado que el fuentismo y la casi ausencia del periodismo investigativo.

Para mí es doloroso ver como los periodistas se volvieron actores políticos, estrellas de comerciales de ópticas, bancos, zapaterías, como fueron a la Plaza Altamira a firmar banderas o como se tomaban fotos con los "héroes" de Puente Llaguno. Y ojo, no es que esta generación haya inventado la falta de ética, pero gracias a este proceso histórico y revolucionario los podemos ver en mayor cantidad, acumulados y por sofisticados aparatos, de avanzada tecnología que nos hace tener las primicias de sus logros y faltas en segundos.

90% expresan manifiestamente su simpatía política y lo complaciente, útil que le pueden ser al gobierno, a un séquito de empresas o a la opisición, y de ese 10% (15 siendo optimista) que se mantiene al margen, que cree en el buen oficio por encima de todas las cosas, que no tiene un bozal de arepa, 5% está en el clóset, pues en una o varias ocasiones ha matado tigres con un bando o con el otro. Claro que cuando se los dices te responden con una pícara sonricita en la cara: "Pero bueno... Eso fue un deliz. Además yo no soy un astronauta que necesita comida en cápsulas, yo necesito comida real y para comer se necesita plata. Sí, yo trabajé allí, ayudé, ¡pero siempre le fui fiel a mis ideas!"

Y vuelven a hablar de dignidad, a darnos lecciones de cómo se debe hacer el periodismo.

Como notarás, para mí el problema no es que sí yo cubro la fuente de economía y Fedecamaras me regala una laptop todas las navidades, cuando llegue la hora de denunciar, me voy a retractar porque Fedecamaras siempre ha sido generosa conmigo... El problema es la amoralidad reinante, que todo el mundo ha perdido sus principios, actores y denunciantes, que nadie, absolutamente nadie tiene moral para decir nada y eso es grave.